Peatón-conductor: convivencia obligada
Pilar ORTEGA. Fotos: Alberto ESPADA.
23 MARZO 2022
“No me gusta hablar de culpa; la culpa genera un sentimiento de tristeza que inmoviliza y no genera una modificación de conducta positiva. Prefiero hablar de responsabilidad, ¿quién tuvo más responsabilidad en el evento que desencadenó el accidente?, ¿cómo podríamos subsanarlo para que no volviera a ocurrir?”.
La pregunta la lanza el director de Proyectos de Fesvial (Fundación Española para la Seguridad Vial), José Ignacio Lijarcio. Y añade: “Todos los accidentes son evitables en un 100% de los casos. Ya sea por error humano, fallo del vehículo, climatología adversa o problema en la vía, no podemos pensar que el atropello a un peatón es fruto del destino o del azar y que no se puede evitar».
Evitable al 100% y, sin embargo, los datos están ahí: los peatones han pasado del 17% del total de fallecidos en 2011 al 22% en 2019 y al 19% en 2020, según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Y tampoco Europa sale bien parada. Las cifras estadísticas del Consejo Europeo de Seguridad en Transporte (ETSC) de 2020 indican que todavía 5.200 peatones mueren en las vías europeas, “mucho más que ciclistas”, recuerdan desde Fesvial.
“Seguramente, las causas más comunes son la falta de cuidado de los peatones al no entender que somos los más débiles y que, por tanto, nos tenemos que proteger y hacernos ver. Muchas veces pensamos que tenemos todos los derechos y ‘ya pararán los coches’. Y por desgracia, esto no es así en muchas ocasiones”, apunta el representante y exvicepresidente de Stop Accidentes, Fernando Muñoz.
Ninguna infracción
Por su parte, Julio Capón, consultor de Pons Mobility, indica que “en la mayoría de los casos el peatón no está cometiendo ninguna infracción, que es cometida por el conductor, y en estos casos, normalmente se debe a circular por encima de la velocidad adecuada a la situación o a no respetar las preferencias de paso”.
Aunque no hay una definición tipo de cómo es el peatón en España, “grosso modo, es muy confiado, tanto sobre sí mismo (me da tiempo a cruzar) como sobre el conductor (le da tiempo a pasar). Se distrae fácilmente, sobre todo con el uso del móvil, ya sea leyendo mensajes o hablando por él”, apunta.
Esto, sin embargo, no elude la responsabilidad del conductor. Según Capón, un hecho que se repite en bastantes atropellos es que el conductor no ha visto al peatón por el hecho de que algo le ha impedido verlo y, en consecuencia, no disminuye la velocidad. Aplicando una especie de regla que sería: “Como no veo a nadie, no hay nadie”, en vez de “como no tengo visibilidad, bajo la velocidad, por si cruza alguien”.
Y en paralelo, “muchos peatones, confían en exceso en que los conductores les han visto o que les da tiempo a detenerse y eso no siempre es así”.
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